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Héctor Caño Díaz: "El cómic siempre ha sido uno de los pilares del cine"

  • El historiador repasa todas las películas norteamericanas basadas en cómics hasta 1989
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Fotograma de la serie de Batman de 1966
Fotograma de la serie de Batman de 1966

Mientras cineastas como Scorsese se quejan de que las películas de superhéroes no son cine, el público acude en masa a ver las últimas aventuras de Spider-Man o el Doctor Strange. Pero lo cierto es que la relación entre el cómic y el cine no es nueva, sino que ambos artes nacieron casi a la vez y están íntimamente relacionados desde entonces. Nos lo demuestra el historiador Héctor Caño Díaz en el libro Cómics en pantalla. Adaptaciones al cine y televisión (1895-1989), en el que recoge todas las películas norteamericanas basadas en cómic que se hicieron en esos casi cien años.

Héctor define así este libro: “Es un recorrido histórico exhaustivo que comprende absolutamente todos los audiovisuales que adaptan obras de cómic en Estados Unidos. El propósito es ofrecer una vista panorámica que ayude a comprender el cómic adaptado como una corriente que se remonta hasta los orígenes del cinematógrafo y sigue ininterrumpidamente hasta llegar al presente. No una moda intermitente o una tendencia que viene y va en momentos coyunturales sino uno de los pilares del medio cinematográfico”.

Una exhaustiva y documentada lista que nos sorprende porque nunca sospecharíamos que tantas películas se han basado en cómics: “Hay miles. Ten en cuenta, por ejemplo, que si mencionamos la serie de Mutt and Jeff de Nestor Film Company, ésta comprende a su vez sesenta cortometrajes de un sólo carrete. O que cada serial cinematográfico reseñado aglutina una docena de episodios distribuidos por separado. Estamos hablando de miles y miles de películas adaptadas de las que no trata ningún otro libro científico ni divulgativo publicado en nuestro país, y en muchos casos tampoco en Estados Unidos”.

Portada de 'Cómics en pantalla. Adaptaciones al cine y televisión (1895-1989)' Unizar

Cine y cómic, dos artes paralelos

Como comentábamos el cine y el cómic nacieron prácticamente al mismo tiempo en el último quiquenio del Siglo XIX y en sus primeros años ya tuvieron una estrecha relación: “Lo explico en la Introducción y se confirma al analizar las piezas-asegura Héctor-. Tradicionalmente se ha entendido que el cómic recoge ingredientes, fórmulas narrativas, influencias, del mundo del cine. Pero ha sido exactamente al revés: los pioneros del cinematógrafo aprendieron ese lenguaje fijándose en los caricaturistas de prensa, en el humor gráfico publicado en los periódicos y los autores de tiras cómicas”.

'L¿Arroseur', historieta de Hermann Vogel (1887)

Los hermanos Lumière, los inventores del cine, fueron los primeros en adaptar un cómic a la pantalla, en 1895, como nos recuerda Héctor: L’Arroseur arrosé (El regador regado) titulada entonces Le Jardinier et le Petit Espiègle o Le JardinierLe Jardinier fue la primera película con argumento, la primera comedia de la Historia del Cine y además el primer cómic adaptado, lo cual nos indica ya desde el mismo principio cuál era la línea a seguir por los cineastas”.

Incluso el famoso Yellow Kid, que muchos consideran el primer cómic de la historia, también dio el salto al cine: “De aquella etapa embrionaria, Leander Sisters’ Yellow Kid Dance de The Edison Manufacturing Company es fascinante, totalmente hipnótica. Una pieza de «female dance» interpretada por unas bailarinas de vaudeville, las Leander Sisters, que no puedes dejar de mirar” –nos cuenta Héctor-.

Pero si hubo un dibujante de cómics fundamental para la historia del cine fue Winsor McCay. “Los estudiosos del cine de animación ya conocen su importancia –nos explica Héctor-. Entre los lectores de cómics, se le recuerda por la serie Little Nemo. Pero fue quien inventó el cine de dibujos animados y no con Gertie the Dinosaur, la más celebrada, sino con Winsor McCay, the Famous Cartoonist of the NY Herald and His Moving Comics, casi un documental que explica el proceso de realización de un dibujo animado, y luego How a Mosquito Operates que adapta un sketch de la historieta Dreams of the Rarebit Fiend”.

Pero no fue el único, como nos recuerda Héctor: “Quizá el caso más llamativo fuera el dibujante Ed Nankivel, que protagonizó él mismo las películas que adaptaron su serie Uncle Mun, del Herald. Un dibujante de tiras cómicas que hizo el papel protagonista en sus adaptaciones”.

Flash Gordon, Capitán América… los seriales de los años 30 y 40

En los años 30 y 40 muchos cómics fueron llevados al cine, como Superman en la famosa serie de animación de 1940. Pero el fenómeno más interesante de la época serían los seriales cinematográficos protagonizados por Flash Gordon, Capitán América.... “Son un formato maravilloso, delicioso –afirma Héctor-. Muy trascendentes ahora porque inician el guión episódico, por capítulos serializados, igual que ahora está tan en boga en actuales plataformas y en franquicias cinematográficas que se estructuran en continuidad”.

“Los seriales cinematográficos tomaron el ejemplo de los coetáneos seriales radiofónicos –añade-, la estructura del folletín por entregas que había en los pulps y los daily-strips y lo trasladaron al audiovisual. A mí particularmente me encantan porque no pretenden ser obras maestras sino un producto bien facturado, entretenido, con unos estándares de calidad mucho más que dignos. Son pequeñas joyas, perlas preciosas”.

Cartel de uno de los seriales cinematográficos de Flash Gordon

En 1978 Superman nos convenció de que un hombre podía volar

Pero la primera vez que nos creímos que un hombre podía volar fue con el Superman de Christopher Reeve. “Probablemente la mayor importancia de aquella película es que sucedió a partir de la compra de DC Comics por Warner Communications, aprovechando la iconicidad del héroe de Siegel y Shuster para convertirlo en emblema y marca comercial a su servicio-asegura Héctor-. Desarrollo esta idea en el correspondiente apartado. Además, el Superman de Richard Donner está inscrita en la primera ola de cine rompetaquillas, tras Tiburón y Star Wars, que cambiaron para siempre la manera de entender y producir el cine espectáculo”.

Y aunque muchos puedan pensar que fue un hecho aislado, Héctor nos comenta: “En mi opinión, y creo que es más que una opinión personal, sí que tuvieron continuidad: Dick Tracy de Warren Beatty, Tortugas Ninja, The Phantom... series de Tv de Superboy, Lois & Clark, Batman: The Animated Series de Bruce Timm... No se trata de una moda que aparece y desaparece, es una corriente continua que no cesa desde 1895”.

'Superman' (1978)

“Las películas de superhéroes son cine”

Volviendo a la polémica levantada por Scorsese, que dijo que las películas de superhéroes no eran cine sino parques de atracciones, Héctor nos comenta: “Evidentemente, son cine. Decirlo es redundante. Scorsese entiende el cine como medio artístico pero ignora que el cine siempre ha sido ante todo un negocio rentable, un vehículo de entretenimiento, una forma de ocio”.

“Al margen de esto-añade-, hay películas de superhéroes con una calidad cinematográfica incuestionable, y otras con un nivel medio bastante alto. Creo entender lo que quiso expresar Martin Scorsese cuando lanzó sus polémicas declaraciones, indignado por la hegemonía actual de Marvel Studios y Disney”.

“Pero si miramos las películas comerciales estadounidenses estrenadas al mismo tiempo, la inmensa mayoría son films menos relevantes, menos interesantes, menos trascendentales incluso –asegura Héctor-. El panorama cinematográfico de hoy día puede ser desalentador. En cualquier caso: el cine de superhéroes no es una moda actual. Las películas de dicho género llevan apareciendo desde 1939, ininterrumpidamente, tanto en animación como en imagen real”.

Tarzán, otro personaje que ha triunfado en el cine y los cómics

“Adaptaciones maravillosas de grandes cineastas”

En cualquier caso, Héctor asegura que en este repaso de la historia del cine superhéroico se ha encontrado numerosas joyas: “Al rastrear los cómics adaptados a lo largo de cien años de historia, encontramos obras maravillosas, obras maestras firmadas por nombres como Melvin LeRoy, Gregory La Cava, Norman Taurog, Henry Hathaway, John Huston, Oliver Stone, Robert Altman, John Carpenter...”

“A partir de ahí, entenderemos que el cómic adaptado al cine no es en modo alguno un subproducto, un subgénero residual o una mera curiosidad histórica” -comenta-.

Nico y Andy Warhol como Batman y Robin

Las cinco mejores adaptaciones del cómic al cine

Le pedimos que nos diga cuáles son sus cinco favoritas: “Destacar sólo cinco de ellas es muy difícil. Uno de los hallazgos más interesantes ha sido descubrir el metraje filmado en la New York World’s Fair donde Ray Middleton aparecía disfrazado como el héroe de Siegel y Shuster para el Superman Day, un evento patrocinado por Macy’s con presencia en cámara de Harry Donenfeld y Jack Liebowitz, propietarios de DC Comics, Max Gaines, el inventor del comic-book y padre de Bill Gaines de E.C. Comics o el propio coautor y guionista Jerry Siegel. Ese día entregaron a dos niños pequeños los premios al Super-Boy y la Super-Girl del día y probablemente sería el germen o la semilla de estos otros dos personajes derivados”.

Obviamente, el cine de superhéroes también nos ha dejado algunas películas tan lamentables que hasta son graciosas: “Las más estrambóticas son las que seguían la estela del Batman televisivo de William Dozier: The Wild World of Batwoman, luego reestrenada como She was a hippy vampiro, y la mexicana The Batwoman (La mujer murciélago) que se distribuyó en la Costa Oeste. Sin palabras. El Spider-Man japonés de Toei también es un producto insólito y totalmente alucinante”.

En cuanto al cine español, Héctor no confiesa: “Mi investigación no aborda el cine español, se ciñe al cine norteamericano. Pero tengo contacto estrecho con el equipo que intervino en el rodaje de Supersonic Man de Juan Piquer. Juan Mariné y Pedro del Rey eran profesores de la Ecam cuando yo estudiaba allí. El actor que lo encarnaba es amigo personal de mi familia. Y todo lo que podría decir al respecto probablemente disgustaría a muchas personas, interesadas en sepultar dicha película en el olvido de manera inmisericorde”.

Afiche de The Batwoman (René Cardona, 1968)

El cómic en las aulas

Como profesor de historia le preguntamos si ha introducido el cómic en sus clases: “Os contaré un secreto. Llevé a mis alumnos de Usera al estreno de Avengers: Infinity War una tarde que nos escapamos del instituto. El pasado mes de diciembre llevé a otros alumnos en Parla al estreno de Spider-Man: No Way Home con permiso de sus padres. Un día les dibujé un Spider-Man en la pizarra y fue uno de los días más felices de toda mi vida”.

En cuanto a sus proyectos, Héctor nos comenta: “Este mismo año publico América. Cultura popular y anticultura, un estudio sobre los medios de comunicación de masas, el cómic y la cultura popular en Estados Unidos para la editorial Genueve, al cargo de nueve universidades españolas. Tengo varios proyectos en preparación, pero no me gusta referirme a ellos hasta el momento de anunciarlos…”

Héctor Caño Díaz, en el Castel Sant'Angelo, Roma

En cuanto a la posibilidad de hacer una segunda parte de este Cómics en pantalla, Héctor asegura: “Es cierto que una prolongación de Cómics en pantalla completaría el recorrido hasta nuestros días, pero toda información sobre los estrenos de las tres últimas décadas es fácilmente accesible y se ha tratado ya en abundante bibliografía. El principal interés del presente libro es rastrear en los orígenes del cinematógrafo, ver la interconexión con el medio televisivo y constatar que hay una tradición ininterrumpida de más de un siglo de adaptaciones al audiovisual, y eso hemos podido demostrarlo ya en este trabajo”.

“De cualquier modo –concluye-, aún se mantiene aquí una visión sesgada sobre la cultura popular y el noveno arte, aspecto que nos pone muy por detrás de Estados Unidos y cualquier otro país de nuestro entorno que sea referente académico de los Cultural studies. En ese sentido, Unizar publica una estupenda colección de libros teóricos sobre cine y ha demostrado un magnífico criterio al apostar por la importancia trascendental del cómic en el ámbito de la cultura”.

Cartel del serial del 'Capitán América' de los años 40