Elliott Erwit situaba la cámara a la altura de los perros a los que adoraba, animales que muestran su propio punto de vista. Abría los ojos a la vida cotidiana, disparaba sin plan previo, y dejaba que la belleza del instante le atrapara. En calles, playas y museos, fotos robadas salpicadas de humor agudo, sin juicio sobre sus modelos. Ahora, sus fotografías pueden ser vistas en la Fundación Canal, que acogerá la exposición 'Elliot Erwitt, la comedia humana'.
Foto: EFE/ Zipi