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'La edad imperfecta', el libro sobre un gladiador literario llamado Garcilaso de la Vega

  • Agustín Alonso escribe esta ficción histórica sobre una figura tan apasionante como desconocida
  • Un retrato humano entre destierros, guerras y la naturaleza incierta de los primeros amores
  • Charlamos con el autor de La edad imperfecta (2021, Silex)

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'La edad imperfecta', Agustín Alonso (2021, Silex)
'La edad imperfecta', Agustín Alonso (2021, Silex)

Suele ocurrir, en nuestro universo patrio, que el público tiende a alucinar con las epopeyas venidas de fuera, sin mirar las historias y personajes que pasearon cerca de nuestras fronteras. La de Garcilaso de la Vega es una de esas existencias épicas, tan intensa, turbulenta y apasionada que el periodista y filólogo Agustín Alonso pensó, en un primer momento, que se podría llevar a la gran pantalla, al estilo del gladiador más famoso del cine.

Pero la exigencia de un relato coherente, riguroso, pedía algo más de profundidad. Sin perder de vista el enfoque humano, Alonso comenzó un arduo proceso de documentación sobre el poeta del Siglo de Oro que se prolongó durante cinco años, una recreación ficcional que se plasma en La edad imperfecta (2021, Silex).

Una obra literaria que nos descubre la increíble vida de un personaje que vivió dos guerras, destierros y amores inciertos. Un antihéroe aún demasiado joven, a la sombra de su hermano, que se redimió del mundo a través del arte, símbolo de una España que no fue, de una lucha digna de las mejores historias del séptimo arte. Todo ello enmarcado en la geografía castellana, con embiste comunero, un mundo rasgado en dos y un alborotado siglo XVI, lleno de luchas de poder e intrigas.

Charlamos con el autor de La edad imperfecta que este viernes, 10 de junio, estará firmando ejemplares de su novela en la Feria del Libro de Madrid 2022, en la caseta 234 de su editorial, Silex, de 19.00 a 21.00h.

¿Cómo llegas a la figura de Garcilaso de la Vega, qué es lo que te hizo pensar que su historia podía llevarse a la ficción?

Garcilaso es una figura que a todos nos suena, pero que en el fondo nadie conoce. Mi interés por Garcilaso fue parte de un proceso, más que un enamoramiento definitivo. Yo estudiaba Filologia Hispánica y, al principio, fue por motivos más bien pragmáticos. También me gusta mucho lo audiovisual, la ficción y el cine, me di al ir descubriéndola me di cuenta de que su historia tenía una película. De hecho, siempre cuento que todo surgió tras ver la película de Gladiator, con su batalla inicial en Germania, su historia de amor, todo cargado con aquella épica. Era el año 2000 y empecé a profundizando en su figura, después cayó en mis manos un libro de Carmen Vaquero, una gran estudiosa de Garcilaso a la que seguía desde hace tiempo, que me ha asesorado mucho con esta novela, y a partir de ahí fue un progresivo enamoramiento.

También me influyó mucho la lectura de Erasmo de Rotterdam de Stefan Zweig, que me ayudó a profundizar en esa época tan dividida, que va acorde con el título de la novela, que también juega con la idea de los versos imperfectos que construía Garcilaso. Es una de las décadas que más ha marcado la historia de Europa, con momentos artísticos y culturales super importantes, pero en definitiva es la historia de un personaje que me parece increíble, apasionante, super moderno en su época, pero que tiene una sensibilidad con la que es muy fácil conectar desde la postmodernidad.

Hay una parte más interesante del libro es que te adentras en su historia desde el punto de vista más personal y humano, ¿Qué aporta ese foco de vista?

En cualquier novela que lea, lo que me interesan son los personajes. En cualquier narración, ya sea un libro, una serie o una película. Los personajes, y no estoy descubriendo nada con esto, son la base del drama. Pero hay que abordarlos con profundidad. Y cuando empecé a profundizar en Garcilaso, me di cuenta que me interesaba más ese día a día. Yo siempre digo, cuando hablo de esta novela, que uno de mis referentes, durante todo el tiempo que tuve la novela en la cabeza y, sobre todo, en estos últimos cinco en los que he trabajado en su escritura, ha sido la serie Mad Men. No solo con respecto al tono, sino al menos en el hecho de que es una historia de época que te cuenta la historia de un tipo, centrada en la persona, para huir de un manual de historia al uso.

También creo que tanto el escenario, la Castilla de aquella época, como la propia época, son personajes que tienen la suficiente fuerza como para detenerme en ellos, eso también era importante. Pero me interesaba enforcarlo a través de cómo Garcilaso se desenvolvía en esa época.

Agustín Alonso estara firmando ejemplares de 'La edad imperfecta' este viernes 10 en la Feria del Libro de Madrid 2022

Agustín Alonso estara firmando ejemplares de 'La edad imperfecta' este viernes 10 en la Feria del Libro de Madrid 2022

Para referirte a esta novela hablas de recreación ficcional. Estuviste trabajando, como dices, cinco años en esta novela porque detrás hay un enorme trabajo de documentación que para trasladar a la ficción debe basarse en el detalle más exhaustivo. ¿Qué es lo más complejo de ficcionar la historia?

Reconozco que siento una responsabilidad con el rigor muy importante. He intentado que de lo que se sabe, y yo he alcanzado a conocer, he intentado ser muy riguroso, pero es una ficción y hay muchas cosas inventadas y, al final, es mi Garcilaso. Pero reconozco, yo creo que yo sería malo para convertir esto en un guion, en el sentido de hacer de esto algo trepidante en el que todo es acción. He intentado ser muy riguroso para que mi Garcilaso sea coherente con lo que podría ser un Garcilaso histórico, aunque, posiblemente, no tenga nada que ver, pero es que, a veces, los personajes históricos que se plasman en los libros de texto tampoco tienen nada que ver con lo que se recrea, siempre van a plasmarse bajo una mirada subjetiva.

Esta también es la historia de esos dos hermanos en la que planteas ese juego de dualidad entre la política y el arte, convirtiendo a los dos hermanos en dos vértices. La política está representada por Pedro Lasso y el arte y la belleza estética en Garcilaso. ¿Porque qué te interesaba enfrentar esas dos dimensiones?

Fue una de las cosas que me interesó cuando iba buceando y, de repente, uniendo las piezas, me doy cuenta de que esta historia iba en realidad de la lucha de dos hermanos, de sus envidias, celos y amores. Pero a la vez quise hacerlos transcender como símbolo de las dos Castillas, de las dos Españas, que son el de la voluntad y la sensibilidad y que tiene mucho que ver con la política. Pedro es el líder político, un tío súper carismático. Además es el primogénito, el que hereda las posesiones de su padre, que había sido alguien importante en la corte de los Reyes Católicos, y de hecho sale en el testamento de Isabel la Católica. Luego está Garcilaso, un segundón, que toma una carrera política que en realidad le desagrada, va generando rencores con Carlos V que luego le provocarán el destierro… Quería fijarme en eso, porque, ¿qué hay más humano que las relaciones entre hermanos, las luchas, los celos? Yo lo entiendo bien que vengo de una familia de ocho hermanos.

La idea era jugar con la idea de esa polarización, que también estaba pasando en la España de la época, aunque no creo que haya dos Españas, sino muchas. Es una mirada también sobre la oportunidad perdida para España de aquel momento del Siglo de Oro, en el que lo que triunfó acabo siendo la España de la voluntad, del “hacerlo por cojones” y no tanto el de la sensibilidad. Un hecho que nos apartó de la modernidad durante siglos.

En la historia de España siempre hemos vivido con esa idea de las oportunidades perdidas.

Sí, pero yo creo que este fue un momento especialmente, creo que época es consecuencia de la reforma educativa de Isabel la Católica. Entre 1650 y 1900 es todo no modernizarnos y nosotros no, Carlos V es muy adorada por su figura de emperador, pero soy bastante crítico, es una figura de talla increíble, pero muy criticable en cuanto a que impidió la entrada en España de la modernidad.

"Creo que Castilla está llena de periferias"

¿Por qué decides convertir Castilla en un personaje más de esta historia, con entidad propia?

Es de las cosas que más me ha gustado en el proceso de creación. Al final, para mí ha sido un viaje personal y físico, durante estos cinco años he visitado muchos lugares donde también estuvo Garcilaso, pero también me ha pillado en unos años en los que estaba intentado volver a las raíces y darme cuenta de que, con todo el debate de la diversidad de las comunidades, se ha vuelto a esa reflexión de que Castilla tienen una entidad propia que justo en esta época -en la que se desarrolla el libro- fue aplastada.

Es curioso porque muchas veces se piensa que Castilla es la que ha laminado las identidades periféricas y yo creo que no es tan así, creo que fue al revés, primero se eliminó la propia identidad castellana, que creo que lo explica muy bien Miguel Martínez en el libro Comuneros: El rayo y la semilla y que sacó el año pasado y una vez que el poder central aplastó eso, con la figura de Carlos V y el resto de poderes autónomos.

Algo que llega hasta nuestros días, Castilla es sin duda una de las comunidades con menos voz autonómica y cierto complejo de lo que fue.

Supongo que, por esa identificación, a veces, con lo que es el poder central. A veces confundimos los grandes núcleos urbanos, como Madrid, con lo que es Castilla, pero creo que la propia Castilla está llena de periferias. En contra de que a algunos les puede molestar, creo que está bien recuperar cierto sentido de comunidad y comunitarismo y creo que en ese sentido lo que está ocurriendo con recuperar la identidad de Castilla es muy positivo.

Tengo entendido que habrá segunda parte…

Sí de hecha segunda y tercera parte. La segunda estaría ambientada en la llegada de Garcilaso de la Vega a Bologna, en Italia. Más centrado en su época más artística, como poeta, en un país que le cambio la vida. Más centrado en ese extrañamiento de Castilla y su relación amor odio con esta tierra. Y la tercera, si la consigo hacer, sería en Nápoles, que sería el punto álgido de su italianización.