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En 2022, 20 países aplicaron la pena de muerte y ejecutaron a casi 900 personas, la mayor cifra desde 2017. Son datos del informe anual de Amnistía Internacional. Las cifras no incluyen a China porque no aporta datos, aunque creen que ejecutó a miles de presos. Irán fue el segundo país del mundo que más aplicó la pena de muerte.

Detrás están Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos. En Arabia Saudí se triplicaron, se llegó a ejecutar a 81 personas en un solo día. Tampoco hay datos de Corea del Norte, al que las estimaciones sitúan como décimo país en este ránking.

Foto: TVE

China y EE.UU. se están retando en el campo de batalla de la moneda. El yuán chino es ya la divisa más utilizada en pagos transfronterizos, por delante del dólar. Rusia, Arabia Saudí y Brasil pagan a China en su propia moneda. Y no sólo hay razones económicas, también políticas.

El cambio climático está agravando la desertización de muchas regiones del planeta, como China, donde las tormentas de arena son cada vez más frecuentes. Es un efecto de la desertización, que ya afecta al 27% de su territorio y a 400 millones de personas. Este proceso se ha acelerado con el cambio climático.

Para combatir la desertización, algunos voluntarios plantan árboles. Es una actividad organizada por los miembros del Partido Comunista de su empresa.

Foto: TVE

Criar a un hijo en China cuesta el doble que en Alemania y el triple que en Francia. Sólo es más caro en Corea del Sur. Ese elevado coste explica, según un informe, que los dos países asiáticos tengan la menor tasa de fecundidad del mundo. "Ahora muchos jóvenes creen que es difícil criar a un hijo, y mucho más, criar a dos o tres. El coste de la educación es más elevado. A mayor coste de la crianza y la educación, mayor será la carga para las familias", ha explicado desde Cantón He Yafu, el principal autor del informe del Instituto Yuwa, que investiga la población. Criar a un hijo hasta los 17 años cuesta en China 63.000 euros de media, 82.000 hasta acabar la Universidad. Es casi 7 veces el PIB per cápita. Y en la ciudad, cuesta el doble que en el campo. "En lo que más he invertido es en la educación de mi hijo, como elegir actividades extraescolares de su interés", ha dicho esta madre de hijo único.

Los gastos más disuasorios: la educación y la vivienda. El informe recomienda dar más subsidios por hijo y construir más guarderías. "En las guarderías de China, sólo entran el 5,5% de los niños menores de 3 años, mientras que, en los países de la UE, como Francia o Suecia, accede más de la mitad", ha argumentado el autor del estudio. Los expertos son pesimistas sobre la evolución de la natalidad. Si el año pasado nacieron en China menos de 10 millones de bebés, se calcula que este año la tasa de natalidad será la más baja desde 1949.